• La diputada Alicia Barrientos presentó una iniciativa de reforma al Artículo 41 Constitucional en ese sentido, para que los recursos sean destinados a otras actividades de interés nacional.
• Aseveró que se trata de una reforma profunda porque el modelo institucional de la democracia mexicana, del sistema electoral y de partidos, se encuentra agotado y muy cuestionado.
Disminuir el monto de los recursos que se les otorga a los partidos políticos para destinarlo a otras actividades de interés nacional, es una demanda de prácticamente todos los sectores de la sociedad, por lo cual Morena presenta nuevamente una iniciativa de reforma al Artículo 41 de la Constitución Mexicana encaminada a reducir en 50 por ciento el financiamiento público de los mismos.
Así lo dio a conocer la diputada Alicia Barrientos Pantoja, quien aseveró que indignarse cada año o campaña presidencial por las grandes cantidades de dinero que se gasta en el sistema nacional de partidos es inútil, si no se toman acciones para modificar la fórmula del financiamiento.
“Morena es congruente con su agenda legislativa y por ello presentamos esta iniciativa de disminución de las prerrogativas a los partidos en un 50 por ciento en actividades permanentes. Iniciativa que, por cierto, Morena ha presentado tres veces, pero que nadie le hizo eco; sólo se simuló para que todo siguiera igual. Por eso, esto va cambiar”, puntualizó.
Ante el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la legisladora federal de Morena apuntó que no se trata sólo de un asunto de austeridad, sino de una reforma mucho más profunda. Ello, subrayó, porque el modelo institucional de la democracia mexicana, del sistema electoral y de partidos, se encuentra agotado y cuestionado.
Explicó que el objetivo de esta reforma constitucional es recomponer el sistema de financiamiento público de la democracia electoral, y que eso pasa necesariamente por reducir los montos de los gastos permanentes de los partidos políticos y el costo excesivo de las campañas.
“Se trata de desmontar un sistema de financiamiento de los partidos que propicia ‘partidos cártel’ y tiene como consecuencia que el financiamiento de las campañas se haya vuelto perverso, generando adicción al dinero, un deterioro de la calidad de los cuadros políticos que ha propiciado las oportunidades de negocio a partir de la política y con ello el enriquecimiento personal a partir del erario público. Los partidos acabaron convirtiéndose en un negocio”.
En tribuna, explicó que el sistema de financiamiento que se estructuró en los años 90 formó una espiral perversa de dinero que ha contribuido a ensanchar la corrupción política. La solución, recalcó, no está en desaparecer el financiamiento público, sino en mantenerlo, pero repensando sus objetivos y recalculando sus montos a la baja.
Barrientos Pantoja señaló para 2019 se tiene estimado que la Federación aporte a los partidos políticos nacionales por lo menos 4 mil 713 millones 984 mil 145 pesos, por concepto de actividades ordinarias permanentes.
Esto, dijo, considerando multiplicar el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral –que es de 89 millones 978 mil 701 mil, según información del Instituto Nacional Electoral (INE) hasta el 6 de julio de 2018– por el 65 por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) de este año a 80.60 pesos.
“En cambio, de aplicarse la reforma constitucional planteada por Morena, se generará un ahorro de 2 mil 356 millones 992 mil 72 pesos. La cantidad para ser erogada como prerrogativas para los partidos políticos a nivel federal, durante el año 2019, sería únicamente de 2 mil 356 millones 992 mil 72 pesos”, resaltó.
Al respecto, aseguró que Morena rechaza los mil 500 millones que le corresponderían para el próximo año, y que en congruencia con su política de austeridad, plantea disminuir ese monto a la mitad para todos los partidos políticos.
Tras hacer un llamado para que todos los partidos y grupos parlamentarios se sumen a esta iniciativa, detalló que la propuesta aplicaría en todos los estados y la Ciudad de México, a fin de lograr un impacto en todo el sistema político electoral y no sea una reforma que distorsione las condiciones de igualdad en los comicios.