Luego de que ayer el exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, se convirtiera en prófugo de la justicia al contar con una orden de aprehensión sin que sus abogados sepan su paradero, ayer la Interpol lanzó una ficha roja para su detención y deportación.
La orden de aprehensión la dictó el juez por el posible delito de defraudación fiscal equiparada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, delitos que aplican para su búsqueda internacional. La ficha roja se extiende a 190 países.
El pasado 12 de octubre, el Partido Acción Nacional (PAN) suspendió provisionalmente los derechos partidistas del exgobernador “en tanto se llevan a cabo las investigaciones por las acusaciones de probables delitos” por parte del aún militante.
La Procuraduría de Justicia de Sonora entregó a la PGR en noviembre de 2015 un expediente que documenta la posible comisión de diversos delitos por parte de funcionarios del gobierno de Padrés.
Varios excolaboradores de Padrés han sido detenidos desde que la actual gobernadora Claudia Pavlovich, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asumió la administración estatal en septiembre de 2015 con la promesa de combatir la corrupción.
La noticia sobre Padrés llega al final de una semana en que el gobernador del estado oriental de Veracruz, Javier Duarte, del PRI, abandonó el cargo el miércoles para “enfrentar las denuncias” en su contra por presuntos actos de corrupción cometidos durante su gestión iniciada en 2010.
La PGR asumió en septiembre pasado las investigaciones contra el entonces gobernador por enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal.