La estrategia para la recuperación económica ante la crisis que originó la epidemia de COVID-19 ha funcionado, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Nos ha ido mejor en cuanto a la estrategia que se aplicó porque nos estamos recuperando, ese es un hecho. Se cumplió nuestro pronóstico de que íbamos a caer y nos íbamos a levantar, que iba a ser una V. Tenemos indicadores que demuestran que estamos saliendo de la crisis económica y estamos saliendo con costos bajos”, afirmó.
Resaltó que el restablecimiento del peso frente al dólar y la recontratación de 90 mil empleos formales tras la pérdida de un millón, significan buenos indicios.
“Espero que sigamos ganando en la medida en que se va normalizando la actividad productiva. Vamos a ir recuperando los empleos perdidos. (…) Fue, creo yo, acertado abrir desde el 1 de junio la actividad productiva en algunas ramas de la economía como la industria automotriz, la industria de autopartes, la industria de la construcción y la minería”, apuntó.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario fue enfático al reiterar que no se contratará deuda, a diferencia de otras épocas y países, para paliar el momento económico actual o rescatar a las grandes corporaciones.
“Que no se esté esperando que vamos a contratar deuda para reactivar la economía. No. No porque la deuda nos hunde. Podríamos de manera irresponsable contratar deuda y dejárselas a los que vienen, pero no son los gobiernos que vienen, son las nuevas generaciones, son nuestros hijos, son nuestros nietos. Un país endeudado, es un país atado”, subrayó.
La apuesta, dijo, seguirá siendo al fortalecimiento de la economía popular a través de la dispersión de recursos a quienes más los necesitan y el impulso a las pequeñas empresas para fomentar el consumo.
“Nosotros no nos endeudamos y con una política de austeridad, apretándonos el cinturón —el gobierno se apretó el cinturón—, logramos liberar fondos para apoyar abajo de manera directa. Esto se complementó con el apoyo de nuestros paisanos migrantes que han enviado remesas a sus familiares como nunca en la historia. A pesar de la pandemia y también del desplome de la economía en Estados Unidos, han crecido las remesas que envían nuestros paisanos a sus familiares y eso llega a 10 millones de familias”, explicó.
El jefe del Ejecutivo sostuvo que hay finanzas públicas sanas, por lo que se conservarán e incluso ampliarán los montos de los Programas Integrales de Bienestar. Además, continuarán los proyectos estratégicos, que ya tienen calculado su presupuesto.
“No hay nada qué temer. Tenemos para lo fundamental; no habrá despido de trabajadores, no se va a reducir en términos reales el salario, no faltarán los alimentos básicos, no habrá inflación”, remarcó.
Asimismo, se garantizará el acceso a la educación y la salud por ser derechos establecidos en la Constitución.
El mandatario agregó que México ha mantenido equilibrio entre el cuidado de la salud del pueblo y la economía nacional.
Destacó que hay suficiencia en personal, camas de hospitalización e insumos para atender a personas enfermas graves de COVID-19.
“Consideramos que a pesar de los pesares vamos bien en la atención de las dos crisis. En la pandemia, con todo el dolor que ha dejado, estamos atendiendo enfermos, salvando vidas; contamos con el apoyo de todo el personal médico. No han faltado ni faltarán camas, ventiladores para atender enfermos y vamos avanzando poco a poco, vamos saliendo de esta pesadilla, va pasando la pesadilla de la pandemia”, refirió.
Durante el diálogo con medios, el presidente estuvo acompañado del procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, quien presentó el comparativo semanal de precios y marcas de combustibles.