Una taquería en Pomona, California representa el sustento del serpentinero emplumado y su familia.
Nuevo Laredo, Tamps. ( Juan Alanís).- Estudios con base científica han demostrado que el amor entra por el estómago, pues los alimentos en el organismo hacen sentir a las personas reconfortadas, saciadas y queridas.
Tal vez ésa ha sido una de las recetas que desde inicios de los 80’s la familia Omaña ha utilizado para llenar los paladares de aquellos residentes de la zona conurbada de Los Angeles, California.
Desde su hogar en Walnut, el serpentinero diestro Henry Omaña accedió a compartir con la afición de Tecolotes cómo es la vida sin béisbol profesional, atendiendo el negocio familiar.
Junto a sus hermanos David y Christian, el pitcher de los Dos Laredos tiene ya varios años trabajando en la operación diaria de ‘Tacos Omaña’s’, oficio que ha sido su principal fuente de empleo durante la pandemia del coronavirus, pero al que antes ya se ha dedicado de tiempo completo cuando no tiene llamado a alguna liga de invierno.
“Tenemos una taquería en Pomona, es de mi papá, y mi hermano David está ahí como manager”, comentó al ser cuestionado sobre el giro del negocio familiar, “mi otro hermano (Christian) ayuda con los números”.
· ¿Qué actividades realizas en la taquería?
“Trabajo haciendo los tacos, soy cocinero. Lo que necesite mi hermano, lo hago”, mencionó, ‘ir a la tienda, al restaurant depot por la carne y diferentes cosas, o si me quiere enfrente (en la caja), soy ayudante general”.
El abridor y también relevista de los Dos Laredos comentó que son alrededor de 40 años en los que el negocio familiar se ha mantenido en pie desde que su abuelo inició con una ‘troca’ y después instaló la primera taquería a 15 millas al este de Los Angeles, en South El Monte. En dicho poblado, así como en Covina, la familia ha colocado otros dos restaurantes.
Las raíces del nativo de San Dimas, California provienen de Huatabampo, Sonora por su padre de nombre Henry, y de Jalisco por parte de Yolanda, su madre.
Dichos orígenes favorecen a que la taquería ofrezca variedad de ingredientes y platillos como: plato de chile verde, burros de carne asada, el ‘taco perrón’, así como los infaltables: pastor, chicharrón, chile colorado, tripas, buche y cabeza. El sabor mexicano se refuerza con los sopes y tortas, además de incluir en el menú especialidades con pescado y camarón.
“En Pomona hay muchas taquerías cerca pero a la gente le gusta venir con nosotros por el (plato de) chile verde y las salsas. Mi hermano hace una salsa muy buena, creo que la gente viene más con nosotros”, expresó al cuestionarle sobre cómo le va al negocio en la mencionada localidad.
Alternando con la taquería, Omaña se mantiene en la práctica del béisbol entrenando a jóvenes con sesiones en jaulas de bateo, infield y ejercicios diversos.
La del 2020 sería su cuarta temporada en la Liga Mexicana de Béisbol, a la que llegó en el 2017 con Monclova para migrar al año siguiente a Puebla. Fue en la parte final de la última campaña que portó los colores de Tecolotes, donde tuvo récord de 1G-2P en siete apariciones sobre la loma. Antes de llegar con los emplumados, obtuvo tres triunfos con Sonoma Stompers de la independiente Pacific Association.
“Tengo tres años en esta Liga (LMB); en 2017 tiré bien, estaba sacando outs con mi curva pero en el 2018 tenía problemas tirando strikes, tuve un poco de problemas pichando en Puebla”, comentó sobre su estancia en el béisbol de nuestro país.
· ¿Qué recuerdas de Tecolotes en la parte final de la temporada 2019 cuando llegaste?
“Estaba feliz de estar en ese lugar de abridor con Tecolotes, me daban mucha confianza, todos estaban mirando mis ganas de ganar”.
“Cuando gano mi primer juego (28 de agosto en Saltillo) estaba muy feliz con el equipo porque estaban ayudándome, estaban detrás de mí para ganar. Ése es mi recuerdo favorito de toda mi carrera”, aseguró.
· En dos semanas de entrenamientos, ¿cómo viste a Tecolotes en tu regreso al equipo este 2020?
“Lo veía listo para jugar. Pitchers, bateadores, infield, se miraban listos para la Liga pero ya no pudimos jugar”, comentó, “los jugadores que ahora están en casa todo el tiempo estuvieron listos para jugar”.
Sobre el manager debutante Pablo Ortega, el serpentinero manifestó verlo contento con el equipo, destacando la energía puesta en los entrenamientos para que los jugadores practicaran de igual manera.
A los aficionados de la novena fronteriza, Omaña les dice: “Voy a estar todo el tiempo trabajando para ponerme mejor y más fuerte cuando regrese al equipo. Seguiré en la taquería y con los jóvenes pero haré mis ejercicios para estar listo con Tecolotes”.
Ahora le toca a Henry cocinar, atender la caja o surtir ingredientes pero espera pronto estar lanzando strikes y consiguiendo outs para el equipo de la frontera.