No soy pesimista, pero creo que la captura de Joaquín Guzmán, no resuelve significativamente el problema que las actividades de su organización delictiva provoca en la seguridad de la población nacional y en la relación ente los gobiernos de USA y México en cuanto a producción y distribución de drogas.
Es evidente la capacidad operativa y financiera de su organización. Su detención por tercera vez, no minimiza sus exitosos escapes con le innegable complicidad de funcionarios del más alto nivel gubernamental que gozan de total impunidad.
Con estas condiciones, su organización seguirá operando bajo su mando desde donde le recluyan y por medio de quienes son sus subordinados, quienes no sólo están comprometidos con mantener el negocio a flote y avanzando, sino a conseguir ponerlo en libertad por última vez.
Bajo la Presidencia de Fox fue posible su fuga, bajo la de Peña, también. Ambos gobiernos corruptos. ¿Bajo qué futuro Gobierno escapará otra vez?
Mientras haya corrupción y complicidad, sera posible una fuga más.
Repito, no soy pesimista, sólo aficionado analista…
Por: Juan Crisóstomo