El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el avance de la cancelación de la reforma educativa. Reiteró que para mejorar la educación en el país es necesario tomar en cuenta a los maestros y evitar la deserción escolar por pobreza, así como garantizar alimentación a todos los estudiantes.
En conferencia de prensa matutina dijo que para este año se entregarán alrededor de 10 millones de becas y se fortalecerán las escuelas normales. Asimismo, se valorará la carrera magisterial y se eliminarán las evaluaciones punitivas.
“Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”, subrayó y se comprometió a que no habrá imposiciones.
Recordó que en el memorándum interno que dirigió hace unos días a los secretarios de Gobernación, Educación y Hacienda, fijó su postura de no afectar al magisterio y sí mejorar la calidad de la enseñanza, combatiendo la pobreza y con oportunidades para que todos puedan estudiar.
“Educación pública gratuita, de calidad y pluricultural como derecho, no como privilegio ni mercancía. Lo decía José María Morelos en los ‘Sentimientos de la Nación’: ‘que se eduque al hijo del campesino y al barrendero igual que al hijo del más rico hacendado’”, refirió.
Afirmó que las plazas laborales se tienen que otorgar a los maestros de acuerdo a méritos y dar preferencia en la asignación a los egresados de las normales.
El mandatario consideró que se debe transmitir educación sexual a los adolescentes y niños en las escuelas, fundamentada en lo científico y racional; “no se debe omitir”, expresó, al tiempo que indicó serán los expertos y pedagogos quienes realicen la revisión de los contenidos.
El jefe del Ejecutivo dijo que espera la pronta aprobación de la reforma laboral, pues considera que favorecerá a los mexicanos y representa avances importantes, como democratizar los sindicatos.
“Nos importa mucho que se apruebe, si así lo decide desde luego el Senado, la reforma laboral, entre otras cosas porque no queremos que se utilice de pretexto este asunto para que se diga en Estados Unidos que no estamos cumpliendo con los acuerdos del Tratado de Libre Comercio y quieran reabrir la negociación. Y como no queremos meternos en los asuntos de otros países y hay en Estados Unidos una situación política electoral, nosotros no queremos estar participando en esas diferencias, que no haya excusas”, abundó.
El presidente identificó como los dos grandes retos de este sexenio garantizar seguridad y salud a los mexicanos.
Sostuvo que llevará algún tiempo mejorar las situaciones heredadas de los sexenios pasados, sin embargo, afirmó que se logrará.
“El ideal que quiero convertir en realidad, es que todos los mexicanos tengan derecho a la salud. Atención médica y medicamentos gratuitos. No cuadro básico. Lo que está peor de todo es la atención médica de primer nivel. Vamos a empezar ahí y vamos a ir mejorando hasta que se ofrezca salud de calidad.
Es igual de complejo como reducir la incidencia delictiva. Si me preguntan cuales son los retos más difíciles de atender, son seguridad y salud. Los dos los vamos a resolver. Es un proceso”, apuntó.
El mandatario refrendó el interés de México en mantener una buena relación con Estados Unidos, respetuosa y de entendimiento. Al presidente Donald Trump, le dejó claro que “no tenemos intención de vulnerar o afectar la soberanía de ese país”.