Morena consolidó su mayoría absoluta en la Cámara de Diputados tras un acuerdo con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que cedió 17 diputados a cambio de la presidencia de la Comisión de Hacienda y la Comisión de Vigilancia, encargada de supervisar el gasto público. Este movimiento garantiza que Ricardo Monreal Ávila presida la Junta de Coordinación Política (Jucopo) durante tres años.
El coordinador del PVEM, Carlos Puente, defendió la estrategia como una acción legislativa válida, mientras que el vicecoordinador del PAN, Elías Lixa, calificó el traspaso de legisladores como un «fraude constitucional» para inflar la bancada de Morena y mantener mayorías artificiales.
Con 257 diputados, Morena asegura una mayoría calificada, superando al PAN con 71 diputados y dejando al PRI en una posición histórica: sin la presidencia de la mesa directiva, ocupada ahora por Ifigenia Martínez (Morena). En una Cámara de Diputados marcada por el dominio de Morena, los gritos de «¡Presidenta, Presidenta!» resonaron en apoyo a Claudia Sheinbaum, mientras el PAN intentaba hacerse oír con un «¡Resistencia!».
El pacto no solo refuerza la posición de Morena, sino que desplaza al PRI de su histórica influencia en la Cámara, un cambio que refleja el creciente poder del partido guinda en el escenario político mexicano.