Felipe Calderón ha negado en distintas ocasiones que él conocía la información sobre el operativo, hoy documentos lo desmienten.
Un correo enviado por un agente estadounidense confirmaría que Felipe Calderón siempre supo del operativo «Rápido y Furioso».
De acuerdo con EmeEquis, se trata de un mensaje, del 28 de septiembre de 2007, enviado por Carson Carroll a su jefe William Hoover, de Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos en Estados Unidos.
En el mail describe la historia de operativo fallido en coordinacion con autoridades mexicanas.
Los hechos ocurrieron el 27 de septiembre de 2007 cuando los agentes estadounidenses tenían en la mira a tres hombres que habían pasado los días anteriores comprando 19 armas en un local en Phoenix, Arizona.
De inmediato se contactaron con el gobierno mexicano ante la posible entrega controlada de armas a través de Nogales, Sonora, escribieron.
Al ver que los presuntos traficantes se dirigían a territorio mexicano trataron de establecer comunicación con sus colegas mexicanos, pero no respondieron.
Según los agentes, las autoridades mexicanas respondieron 20 minutos después, quienes le informaron que no vieron cruzar el vehículo por la frontera.
Tras ese hecho, otra parte de este correo se evidencia la participación del gobierno de Felipe Calderón en el operativo denominado Rápido y Furiosos.
“Por primera vez estamos trabajando mano a mano con el gobierno mexicano y dándoles los que quieren ¡y esto es lo que obtenemos!”, escribió, Carroll.
“Esto lo quiero reportar al gobierno mexicano en la próxima reunión de alto nivel entre Estados Unidos y México”, añadió.
Esta información fue presentada el 11 de junio por la organización (Des)arma México, el Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México y el despacho jurídico Schütte y Delsol Gojon Abogados ante la Fiscalía General de la República (FGR).
RÁPIDO Y FURIOSO
Rápido y Furioso no es el primer operativo para combatir el tráfico de armas entre Estados Unidos y México, esta idea comenzó con el nombre de «Dejemos que las armas caminen».
Estrategia cuyo objetivo era rastrear el armamento y dar con los carteles del crimen organizado.
Las autoridades estadounidenses terminarían «perdiendo» 2 mil de estas armas que serían encontradas meses después en masacres contra civiles, o en manos de personajes cercanos a El Chapo, a El Mencho, e involucradas en el asesinato de un agente fronterizo.
En 2010, este operativo cambiaría de nombre en alusión a la película estadounidense Fast and Furious.
Desde entonces se comenzó a indagar sobre los hechos que habían permitido esta fuga de armamento que dotó a los carteles de la droga de poderoso armamento.
FIN DE LA IMPUNIDAD
Debido a la impunidad ejercida por los anteriores gobiernos, este tema había permanecido estático.
Fue hasta esta administración que, a través de la cancillería se pidió al gobierno de Estados Unidos que se aclarar esta situación, sobre todo en lo que respecta a la responsabilidad del entonces presidente Felipe Calderón.
El fundador de México Libre ha negado en distintas ocasiones que él desconocía la información sobre esta estrategia de seguridad.
Este mes llegó a la Fiscalía el documento que apuntaba la participación del ex panista en el suministro de armas a los carteles de la droga que el mismo decía combatir.
La organización (Des)arma México, el Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México y el despacho jurídico Schütte y Delsol Gojon Abogados presentaron a la FGR cinco evidencias que contradicen a Calderón.
Destacan cables desclasificados, documentos internos del gobierno estadounidense y conversaciones privadas.
LAS PRUEBAS
En ese conjunto de pruebas se encuentra el correo al que se hizo referencia al principio de esta nota, en la que describen los acuerdos entre ambos gobiernos.
Una segunda prueba es un informe elaborado por el Congreso de EU que exponen los acuerdos entre Michael Mukasey y Eduardo Medina Mora, ex procurador de México, sobre Rápido y Furioso.
Otra evidencia es un texto sobre una reunión entre Medina Mora y altos funcionarios del a Fiscalía General de EU, en 2007.
De este de rescata el siguiente fragmento:
«…del trabajo conjunto entre la ATF y México en el primer intento por tener una entrega controlada de armas transportadas hacia México por importantes traficantes”.
Otro correo de muestra que «representantes de la PGR-SIEDO fueron completamente informados en la operación y planeación de ‘Rápido y Furioso».
«Y la quinta evidencia es un cable desclasificado por Wikileaks que confirmaría que altos mandos del calderonismo en la PGR, Secretaría de Seguridad Pública, Secretaría de Relaciones Exteriores, Secretaría de Marina, Secretaría de la Defensa Nacional, el CISEN y la Oficina de la Presidencia de la República tenían conocimiento del fallido operativo» revela EmeEquis.