Ocho camiones en los que viajaban 130 normalistas de Ayotzinapa por la carretera que une Tixtla y Chilpancingo, en Guerrero, fueron atacados por policías antimotines. Fueron salvajemente golpeados y los estudiantes estiman que hay cerca de cien detenidos.
José Castillo, integrante del Comité Estudiantil Ricardo Flores Magón, de Ayotzinapa relató en plena huida que el ataque sucedió pasando el túnel de Libramiento de la carretera que une Tixtla con Chilpancingo.
A los dos autobuses que viajaban en la cola de la caravana, les rompieron los vidrios traseros con gases lacrimógenos, “nos atacaron por la espalda, dispararon hacia los autobuses y nos atraparon dentro, no podíamos salir. Algunos escapamos por las ventanas pero hubo compas que se desmayaron adentro”.
Los que lograron escapar de la emboscada se refugiaron en los montes cercanos, van golpeados y lastimados.