Luego de darse a conocer que el gobierno federal autorizó la renta de 10 pisos de oficinas de lujo para la funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en un complejo localizado en la delegación Coyoacán, con un costo mensual de 34 millones de pesos, el titular de la dependencia, Aurelio Nuño Mayer, fue cuestionado al respecto en el Senado de la República.
El morenista Mario Delgado recriminó la intención de la SEP de mudarse al antiguo Centro Bancomer, “lo que hoy es el complejo más moderno de la ciudad y uno de los más caros, la Torre Mitikah”, bajo el argumento de que algunos edificios que alquila sufrieron daños durante el sismo del pasado 19 de septiembre. Sin embargo, la operación fue gestionada desde finales de 2016.
Durante la comparecencia de Nuño ante la Comisión de Educación, con motivo del V Informe de Gobierno, Delgado confrontó al secretario:
“Resulta por lo menos de mal gusto que en este momento en que hay niños sin poder regresar a su escuela por los daños que ocasionó el sismo (al menos cinco mil escuelas de 10 entidades requerirán de reconstrucción total o parcial de sus instalaciones para volver a operar), vean a la SEP cambiarse a oficinas de lujo que son de las más modernas y de las más caras en la ciudad.
“Me parece que es un mal momento y una ofensa para la población. Está generando mucha molestia. Sería ofensivo para la población que el secretario de Educación fuera a cambiar el exconvento de la encarnación, el escritorio de Vasconcelos, por el shopping mall más grande de la ciudad”, lanzó el senador, provocando la risa del secretario.
Sobre la operación, que representará un gasto de casi 2 mil millones de pesos (10% del costo total de la reconstrucción de las escuelas dañadas por los sismos de septiembre), y ante los cuestionamientos de la oposición, Nuño respondió que, en contraste con los señalamientos, esto representará un ahorro de 60 millones de pesos al año.
Expuso: “Como sabe, la SEP es la secretaría más grande del gobierno federal y gran parte de su personal está en la Ciudad de México. Por lo mismo, además de las oficinas centrales, la SEP tenía 81 edificios dispersos en la ciudad, donde se encuentra su personal.
“Efectivamente, como parte de un programa de racionalización para poder ahorrar recursos de las rentas que se tenía, así como tener eficiencias por el nivel de dispersión que se tenía, se buscó previo al temblor el empezar a reconcentrar al personal de la SEP”, dijo.
Añadió: “Uno de los proyectos principales fue reconcentrar 21 edificios en uno solo. Esto es algo que efectivamente inició antes del sismo. Sin embargo, lo que también hemos dicho es que de estos 21 edificios que ya estaban efectivamente y por eso se pidieron los avalúos con anticipación (sic), 11 resultaron con afectaciones durante el temblor y por lo tanto este cambio no solamente se requiere por un tema de eficiencia de recursos, sino también por seguridad de los compañeros que trabajan en la SEP y que no pueden regresar a esos edificios”.
En sus cuentas, Nuño dijo que trasladar personal de 21 edificios a uno solo equivaldrá a un ahorro de 43 millones de pesos en rentas y casi 20 millones en ahorro por logística, al concentrarlo en un mismo edificio.
“Y los compañeros de trabajo van a estar en un espacio digno, seguro, ecológico, moderno efectivamente y con todas las condiciones que me parece que merecen los compañeros de la SEP. Por eso se tomó esa decisión”, sostuvo, y aclaró que las oficinas centrales en el Centro Histórico se mantendrán como sede principal, desde donde él, y eventualmente sus sucesores, seguirían despachando.
El senador Mario Delgado calificó las cuentas del senador como extrañas, y más allá de discrepar en los montos, señaló que la renta de las nuevas oficinas excede el presupuesto de la SEP y no representa ahorro alguno:
“Resulta dudoso que ustedes vayan a generar un ahorro con este cambio, porque desde 2015 que usted es secretario han gastado 141 millones de pesos extra a lo presupuestado en arrendamiento (adicionales a lo presupuestado), y el año pasado se gastaron 300 millones de pesos adicionales a lo presupuestado, un aumento de 47%. Y en 2017, según el presupuesto, no le alcanzaría lo presupuestado para pagar las nuevas oficinas”, afirmó.
Antes, en la comparecencia del secretario Nuño que se extendió por casi cinco horas, en las que celebró junto a los legisladores priistas los avances de la reforma educativa, y recibió críticas de la oposición, destacó la ponencia del presidente de la Comisión de Educación en la cámara alta, Juan Carlos Romero Hicks.
En un “balance reflexivo”, se escuchó al panista: “Nos hemos dado a la tarea de contrastar los datos del (V) Informe de Gobierno, revelando imprecisiones y un descarado maquillaje. Con spots, entrevistas y recursos por doquier, la narrativa optimista con que se envolvió la reforma educativa se estrella de frente. Hoy, al filo de la administración del gobierno del presidente Peña, se ha topado contra el mayor muro: el malestar general de la sociedad. Y es que por más oropel que se le ponga al estímulo reformista del Ejecutivo, el malestar en la educación revela la falla estructural que le subyace. La triste realidad es que hemos fallado. El maestro se siente perseguido, el director no toma decisiones, el alumno no es el eje ni el fin de la actividad, y los padres de familia no han sido activamente involucrados”.
Prosiguió: “A esta gestión le ha sobrado estética, maquillaje, y le ha faltado ética, y aún le sobra opacidad y le falta transparencia. A esta administración sexenal le sobran socios y le falta talento. A esta administración le ha sobrado deuda y nos deben resultados. En materia de educación, al gobierno del presidente Peña le faltan cosas que presumir y le sobran asuntos por corregir”.
Y lamentó que la comparecencia no se diera en el pleno, con mayor apertura, en un ámbito republicano.
Sobre el origen de la reforma educativa, arremetió contra dos de los hombres más poderosos en el gabinete de Peña Nieto:
“A punta de acuerdazos, rubricados por el príncipe de Cobián (Miguel Ángel Osorio Chong) y su escudero, el boxeador venido a guardián del desarrollo social (Luis Enrique Miranda Nava), se gritó a los cuatro vientos que el Estado había recuperado la rectoría en materia educativa, al tiempo que se echaron al vuelo las campanas por el nacimiento de un órgano autónomo (INEE) al que se le ha escatimado su autonomía.
“Al quinto año, los docentes no sienten que su labor ha sido dignificada. Las escuelas no pudieron ni ser el centro ante los temblores de la tierra; niñas y niños no perciben las bondades de la inclusión o la equidad”, dijo el senador panista.
Remató: “Los mexicanos no queremos que nos sigan contando cuentos. Cómo se formará el cambio ético desde las aulas, cuando las sombras de auditorías manchan el actuar de la autoridad educativa”.