En una llamada telefónica este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió al mandatario ucraniano, Volodymyr Zelensky, que su país podría tomar el control de las plantas de energía ucranianas para garantizar su seguridad. La propuesta se dio en el marco de las conversaciones para avanzar hacia un alto al fuego entre Ucrania y Rusia, según un comunicado de la Casa Blanca.
Trump aseguró que Estados Unidos podría ser “muy útil en la gestión de esas plantas con su experiencia en electricidad y servicios públicos”, y sugirió que la propiedad estadounidense de estas instalaciones podría ser la mejor forma de proteger la infraestructura crítica de Ucrania. La llamada, descrita como “fantástica” por el equipo de Trump, también abordó la posibilidad de un cese de hostilidades, aunque los detalles técnicos aún están en discusión.
Zelensky, por su parte, solicitó a Trump sistemas adicionales de misiles de defensa Patriot, a lo que el presidente estadounidense accedió a trabajar en conjunto para encontrar opciones disponibles, especialmente en Europa. Esta conversación se produce un día después de que Trump mantuviera una llamada similar con el presidente ruso, Vladímir Putin, quien condicionó cualquier acuerdo al cese de la ayuda militar extranjera a Ucrania.
A pesar de las tensiones, la Casa Blanca subrayó que el intercambio de inteligencia y la asistencia militar a Ucrania continuarán. Sin embargo, el Kremlin insistió en que cualquier acuerdo de paz debe incluir el fin del apoyo militar occidental a Kiev, una condición que Ucrania rechaza rotundamente.
Mientras tanto, Zelensky denunció que, tras la llamada entre Trump y Putin, 150 drones rusos atacaron infraestructura ucraniana durante la noche, contradiciendo las promesas de Moscú de detener los ataques. “Las palabras de un alto al fuego no son suficientes”, afirmó el líder ucraniano, quien reiteró su compromiso de no ceder territorios ocupados por Rusia.
Este episodio marca un nuevo capítulo en las complejas negociaciones para poner fin a la guerra, con Trump posicionándose como mediador clave. Sin embargo, expertos como el Institute for the Study of War advierten que las demandas de Putin equivalen a una “capitulación ucrania”, lo que dificulta cualquier avance significativo hacia la paz.