El Senado de la República aprobó esta mañana la reforma constitucional que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Con 86 votos a favor y 42 en contra, la minuta fue enviada a los congresos estatales para su aprobación.
Durante la sesión, que se prolongó más de ocho horas, la oposición advirtió que la reforma «militariza» a la Guardia Nacional, al modificar 12 artículos de la Constitución. Sin embargo, los senadores de Morena, PT y PVEM defendieron la medida, señalando que es necesaria para fortalecer la seguridad pública.
El debate se intensificó cuando el senador panista Marko Cortés acusó a Morena de abandonar su postura inicial en favor del mando civil. En respuesta, la senadora morenista Citlalli Hernández recordó la política de guerra de Felipe Calderón y el juicio en Estados Unidos contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad, por vínculos con el narcotráfico.
Cerca de las tres de la madrugada, el senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez sorprendió al votar a favor de la reforma, argumentando que el apoyo de las fuerzas armadas es indispensable para combatir la delincuencia organizada. La reforma fue finalmente aprobada y se espera que sea ratificada por los congresos estatales en los próximos días.
El dictamen establece que la Guardia Nacional será una fuerza de seguridad pública con carácter permanente, integrada por personal de origen militar con formación policial, bajo la dirección de la Sedena. El presidente Andrés Manuel López Obrador podría promulgar la reforma antes de concluir su mandato.
La sesión también fue escenario de cambios importantes, con la aprobación de licencias para los senadores Omar García Harfuch, Ernestina Godoy y Citlalli Hernández, quienes se integrarán al gabinete de Claudia Sheinbaum a partir del 1 de octubre.