Nuevo Laredo, Tam. — Con visión estratégica y unidad entre sectores, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas encabezó una importante reunión con autoridades federales, estatales y empresarios locales para reactivar el proyecto del Aeropuerto de Carga en el Aeropuerto Internacional Quetzalcóatl, con el objetivo de consolidar a Nuevo Laredo como un punto clave en la logística y el comercio internacional.
Durante el encuentro, donde participaron Ninfa Cantú Deándar, Secretaria de Economía de Tamaulipas, y Ricardo Buenabad, administrador del aeropuerto local, se delinearon acciones concretas para aprovechar la infraestructura existente y su posición geográfica privilegiada.
“Estamos decididos a transformar el aeropuerto en una terminal de carga aérea funcional, un proyecto que ha estado latente desde 2005 y que ahora cuenta con condiciones legales y avances previos para continuar su desarrollo”, afirmó Carmen Lilia Canturosas.
El proyecto, que contempla una inversión combinada público-privada, incluye la habilitación de un recinto fiscalizado, oficinas de aduana, áreas de almacenamiento y verificación. Ya se han realizado inversiones iniciales: 14 millones de pesos por parte de ASA y 15 millones de pesos por la iniciativa privada, antes de que fuera pausado.
Actualmente, se mantienen mesas de trabajo con el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica (GAFSACOMM) —empresa del Gobierno de México— para evaluar el estatus y definir el modelo operativo más viable.
Además, en abril de este año, representantes de GAFSACOMM y la Secretaría de Economía estatal realizaron una visita técnica al aeropuerto para evaluar el estado actual de la infraestructura.
Como parte del impulso, la presidenta municipal propuso crear una mesa técnica privada entre autoridades competentes y organismos económicos locales, con el fin de analizar la factibilidad financiera, técnica y operativa, y así diseñar una ruta conjunta de desarrollo sostenible y de largo plazo.
Este paso representa una apuesta seria por el crecimiento económico de Nuevo Laredo, su modernización logística y su posicionamiento como centro neurálgico del comercio global.