La presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña, generó polémica al unirse al plantón de trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) en protesta contra la reforma constitucional. Su presencia fue vista como una acción provocadora por senadores de Morena, quienes la acusaron de cruzar la línea entre justicia y política.
Ignacio Mier, vicecoordinador de Morena en el Senado, señaló que Piña ha abandonado su función de impartir justicia para convertirse en una figura política central en un movimiento con claras motivaciones políticas. Otros senadores como Oscar Cantón Zetina calificaron su actuación de «ridícula», ya que asistió al plantón solo para tomarse fotos y usar una camiseta que, en su opinión, debió haber defendido en pro de la justicia desde hace tiempo.
El legislador Antonino Morales Toledo criticó a Piña por no abogar por causas más urgentes, como los más de 8 mil indígenas encarcelados injustamente que siguen esperando juicio sin haber tenido acceso a un traductor. «Es un sistema judicial que castiga a los más pobres y brinda impunidad a los más ricos», sentenció.
Por su parte, Mier comparó la actitud de Piña con la de un legislador que se manifestara abiertamente contra un fallo de la Corte. Según él, la ministra carece de respeto por la división de poderes, y su participación en las protestas evidencia la necesidad urgente de la reforma judicial que se discute en el Senado. Añadió que, a pesar de las incongruencias recientes en el Poder Judicial, los legisladores no han impulsado plantones frente a la Corte como represalia, a diferencia de las protestas organizadas contra el Congreso.
Finalmente, Cantón Zetina afirmó que la desesperación de Piña ante la inminente reforma demuestra lo crucial que es este cambio para el futuro del país. Para los legisladores de Morena, la reforma judicial es la más trascendental desde el Constituyente de 1917.