A solo nueve días de asumir la presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo dejó claro que su gobierno no cederá ante el poder económico ni extranjero. En un contundente discurso ante el Congreso Nacional de Morena, Sheinbaum pidió licencia como militante del partido y dejó un decálogo de principios para la nueva dirigencia. Entre sus principales advertencias: no caer en la corrupción, nepotismo, división interna, ni permitir la colusión con el crimen organizado o de cuello blanco.
Sheinbaum también enfatizó: «Nunca nos arrodillaremos frente al poder del dinero ni de ningún poder extranjero». Además, aseguró que se mantendrá fiel a los principios del humanismo mexicano impulsados por López Obrador, comprometiéndose a preservar su legado.
En un mensaje recibido con vítores de “¡Presidenta, presidenta!”, Sheinbaum subrayó los logros de la administración saliente, resaltando que se consiguió sin aumentar impuestos ni endeudar al país, incluso en medio de una crisis económica global.
Sheinbaum destacó la reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial como un paso hacia un México más democrático y con mayor acceso a la justicia. Además, celebró el próximo reconocimiento a los pueblos indígenas y afromexicanos, y la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, como símbolos del avance hacia una nación libre de corrupción y privilegios.
Sheinbaum pidió a la nueva dirigencia de Morena preservar la unidad del partido y evitar la división interna. Instó a los militantes a actuar con honestidad y sencillez, recordando que la frivolidad, el consumismo y la ambición pertenecen al pasado corrupto. «Morena es el instrumento del pueblo de México», afirmó.
También llamó a evitar el nepotismo, amiguismo y pragmatismo sin principios. Subrayó que el partido debe mantenerse como un movimiento social, con comités de base y contacto directo con el pueblo, y advirtió que Morena no debe convertirse en un partido de Estado.
Finalmente, Sheinbaum reiteró su compromiso con la justicia social, asegurando que su gobierno luchará por garantizar que los mexicanos puedan acceder a comida, educación, salud y vivienda digna. «Lucharemos hasta el último día de nuestras vidas por el bienestar del pueblo», concluyó.