LOS ÁNGELES, California.- El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha determinado que hasta el próximo martes 4 de octubre la probabilidad de que ocurra el temido gran terremoto o ‘Big One’ en el sur de California es de hasta 1 entre 100, lo que ha llevado a la Oficina de Servicios de Emergencia del estado (CAL OES) a revisar sus planes de acción ante una catástrofe sísmica.
Este incremento del riesgo se debe a los más de 200 temblores que sacudieron esta semana el Salton Sea, a escasas millas del extremo sur de la falla de San Andrés, el accidente geológico que según los sismólogos está preparado para crear un terremoto de una magnitud superior a 7 en algún momento durante las próximas décadas.
La estimación de USGS va desde 1 en 3000 hasta 1 en 100, un rango calculado sobre la base de modelos informáticos que proyectan el comportamiento de las fallas californianas. Con esos datos, la probabilidad del ‘Big One’ durante los próximos días es similar a la de morir en un accidente de tráfico o por envenenamiento accidental.
A partir del 4 de octubre, la posibilidad de un gran terremoto de forma inminente en el sur de California irá decreciendo.
USGS explicó, no obstante, que sacudidas masivas de pequeña magnitud en Salton Sea, en concreto en la zona sísmica de Brawley, han ocurrido en el pasado y, por tanto, el reciente episodio “no es causa necesaria de alarma”.
El martes, CAL OES realizó una teleconferencia con los responsables de los servicios de emergencia de los ocho condados del sur de California para analizar los temblores en Brawley y repasar los planes de acción para estar listos en caso del ‘Big One’.
“California es una tierra de terremotos. Debemos estar preparados y no bajar la guardia. La amenaza de un sismo en la falla de San Andrés no se ha ido, así que esta es una oportunidad importante para revisitar nuestros planes de emergencia y aprender qué hay que hacer en caso de que se produzca un terremoto significativo”, comentó el director de CAO OES, Mark Ghilarducci.
Las autoridades insisten en que el incremento de la probabilidad de un ‘Big One’, aunque ha aumentado, lo ha hecho de forma “relativamente pequeña”.
Entre el lunes y el miércoles se generaron más de 200 temblores bajo el Salton Sea, en el condado Imperial, junto a la localidad de Bombay Beach, cuyos vecinos vivieron unas jornadas de tensión bajo constantes sacudidas. Las dos más fuertes alcanzaron los 4.3 grados, aunque hubo decenas que superaron la magnitud 3.