Pérdidas récord, caída en la producción, mayor endeudamiento y poca acción ante la caída de los precios del petróleo es el resumen de los tres años de “resultados” de Emilio Lozoya Austin al frente de Petróleos Mexicanos, una empresa que antes de su gestión era pilar de la economía mexicana.
Con Lozoya Austin al frente de Pemex, la empresa acumuló pérdidas, aumentó su deuda y debió anunciar recortes de personal, debido a lo complicado de sus finanzas.
Durante la administración de Lozoya, la producción petrolera cayó 12 por ciento al pasar de 2 millones 577 mil barriles diarios que tenían en diciembre de 2012 a 2 millones 259 mil barriles en enero de 2016. Por esta caída, tan solo en un año, los ingresos de la petrolera cayeron en 241 mil millones de pesos, al pasar de 1.8 a 1.5 billones de pesos entre 2014 y 2015, lo que supone una reducción del 13.4% anual en términos nominales.
El endeudamiento neto de la empresa pasó de 6.1 mil millones de dólares a 15 mil millones de dólares. En medio de esto, los mexicanos vimos cómo caían los precios del petróleo, sin que desde Pemex se hiciera algo para remediar la situación. El precio de la mezcla mexicana de exportación llegó a su máximo en junio de 2014 al alcanzar 102.41 dólares por unidad, para luego enfrentar la debacle que llevó a la cotización actual apenas superior a los 25 dólares por barril.
En productividad laboral Pemex está rezagado pues produce 18.17 barriles diarios de crudo por empleado, cuando empresas como Shell, Exxon Mobil y Statol tienen un promedio de 32.6, 52.7 y 76.6, respectivamente.
Pero hay más de la desastrosa gestión de Lozoya Austin. Según cifras preliminares, Pemex tendrá al cierre de 2015 una pérdida histórica de 146 mil 856 millones de pesos, la mayor desde 1993.