Andrés Manuel López Obrador presentó su proyecto de nación ante analistas, ex diplomáticos, académicos, ONG y estudiantes en esta capital, en el cual subrayó que la lucha fundamental en México es contra la corrupción política y destacó que la relación bilateral tiene que girar sobre cooperación basada en respeto a la soberanía nacional.
“El principal problema de México es la corrupción política… Acabar con ello es el renacimiento de México”, afirmó. Insisto en que abolir la corrupción es la “medida radical”, y señaló que la corrupción se “origina en la cúpula de la pirámide… en las altas esferas del poder político y económico y prometió “vamos a limpiar al gobierno de corrupción de arriba a abajo, como se barren las escaleras”.
López Obrador resumió su proyecto de nación en el foro organizado por el Centro Woodrow Wilson y el Diálogo Interamericano, el cual dijo se impulsará con una campaña de “moralización nacional”, la “honestidad como forma de vida” y gobernar con “austeridad republicana”.
Resaltó algunos de los proyectos estratégicos que integran ese proyecto de nación, entre estos el rescate del campo y la meta de la autosuficiencia alimentaria, insistiendo en que la recuperación del campo no es sólo un asunto económico, sino restablecer una relación social, y el uso del sector energético “como palanca del desarrollo”.
Indicó que México ahora exporta su petróleo crudo pero tiene que importar gasolina”, mientras permite con una “estrategia perversa” que las refinerías se vuelvan “chatarra”. Propone modernizar este sector, desde hidrocarburos a plantas hidroeléctricas y a la vez promover fuentes renovables.
Descartó, en sesión de preguntas, las cifras de inversión y resultados positivos de la reforma energética, considerando que eso es “publicidad”. Señalo que los contratos de inversiones serán revisados para asegurar que “no están marcados por la corrupción o que despojan al pueblo”
Abordó también nuevos proyectos de infraestructura y transporte, incluyendo ferrocarriles y puertos, reiterando que los fondos para mucho de esto provendrán de los ahorros obtenidos en anular las prácticas corruptas que han definido a los gobiernos de México.
Por otro lado, afirmó que cancelaría “la estrategia de uso de la fuerza” para la lucha antinarcóticos. “No podemos continuar con la misma estrategia fallida”, afirmó, al indicar que hay unos 68 homicidios diarios en México, resultado de promover la estrategia de “apagar el fuego con el fuego”. Subrayó que se tiene que enfocar en las raíces del problema y que “vamos a buscar la paz entre los mexicanos… la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia”.
También declaró que la defensa de la educación pública es prioridad, ya que “la educación no es un privilegio, sino un derecho del pueblo”.
En torno a la relación con Estados Unidos, López Obrador declaró que se asumirá “una actitud respetuosa” con Washington. Afirmó que “no nos vamos a pelear con el gobierno de Estados Unidos”, pero “haremos valer la soberanía”. Indicó que la “cooperación para el desarrollo” sería el eje de la relación bilateral, algo que sería fundamental para reducir algunos de las factores que generan la migración.
También reafirmó que se defenderán los derechos de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, y se comprometió a que los consulados se dediquen casi exclusivamente a esa tarea bajo su gobierno.
En un día en que el gobierno de Donald Trump anunció el fin del programa de protección a inmigrantes jóvenes de la deportación conocido como DACA, López Obrador respondió con cautela a preguntas sobre el tema al indicar que no desea incidir en la política interna de otro país, pero afirmó que esperaba que ahora el Congreso de Estados Unidos lograría una solución legislativa positiva para los casi 800 mil beneficiados por ese programa.
Pero en el caso de que algunos sean deportados, “siempre tendrán la puerta abierta” para incorporase a la vida en México con acceso a empleos y educación bajo un gobierno de Morena, comentó más tarde en respuesta a periodistas mexicanos..
Criticó, en respuesta a una pregunta, la decisión del gobierno de Enrique Peña Nieto de incidir en la elección presidencial estadunidense, lo cual consideró fue un “error” por “tomar partido”. Pero señaló que cuando la retórica electoral se volvió en política al llegar Trump a la Casa Blanca, eso cambia, y ahí México tiene que “fijar nuestras posturas”. Agregó que ante decisiones como lo del muro fronterizo como lo de hoy con DACA, el gobierno mexicano debiera de reaccionar de inmediato llevando los casos ante instancias internacionales como Naciones Unidas “por violaciones de derechos humanos”.
Agregó que su gobierno “no apostará a la ruptura”, enfatizó la necesidad de “atender bien” las relaciones comerciales.
Preguntado por su opinión sobre la crisis en Venezuela, López Obrador reiteró el principio de no entrometerse en los asuntos de otros países, aunque señaló que siempre favorece al diálogo en todo conflicto, dentro y fuera de su propio país. Indicó que “no tengo relación con el gobierno venezolano” aunque Peña Nieto y otros desean promover el temor al afirmar que si el gana las elecciones volverá a Mexico en una Venezuela.
Al concluir el foro, Lopez Obrador agradeció la presencia de Lázaro Cárdenas Batel en el público, elogiando el trabajo que él hace en estos centros de estudios en Estados Unidos.
En un intercambio un poco después con los corresponsales de medios mexicanos aquí, López Obrador comentó sobre algunos temas coyunturales, como el caso del procurador Raúl Cervantes. “Si se impone, esto va ser motivo para llamar a que se tenga mayoría en el Congreso, modificar la ley y remover al fiscal impuesto”. Consideró que es “una vergüenza” que Cervantes tenga un Ferrari, y que un funcionario maneje eso en México “es una ofensa” a lo mexicanos.
Consideró que la mejor persona para ser fiscal general de la nación es Tatiana Clouthier, por su “integridad” e “independencia”.
Reiteró que lo que más desean tanto sectores sociales amplios como empresarios nacionales y extranjeros es el fin de la corrupción, y que en gran medida eso es lo que lleva a la apuesta cada vez más segura de que Morena ganará la elección del primero de julio de 2018.
Al salir del foro, el dirigente de Morena informó que ahora viajaría a Londres a invitación de Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista de Inglaterra y de ahí procederá a España. Regresará vía Nueva York, donde sostendrá algunas reuniones con casas financieras, antes de retornar a México la próxima semana.