De 2012 a 2014 el número de niñas y adolescentes desaparecidas de entre 0 y 17 años aumentó 191 por ciento, al pasar de 404 a mil 179, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Esta día el director ejecutivo de esa organización, Juan Martín Pérez García, dio a conocer esa información, la cual presentarán ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el próximo 7 de abril en una audiencia temática sobre desapariciones de niños y adolescentes.
El análisis abarca de 2006 a 2014. En éste se da cuenta que a partir del inicio del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en 2012, inició «un despunte de desapariciones de niños y adolescentes que no ha parado», señaló el activista.
En ese periodo de ocho años, se reportan más de 22 mil ausentes, de los cuales 30 por ciento son menores de edad; es decir, 6 mil 725 niños y adolescentes. En México hay «una epidemia de desapariciones», deploró Pérez García.
Para realizar el reporte integrantes de la Redim se basaron en el proceso de información que el Centro de Salud Investigación y Docencia Económicas (CIDE) elaboró del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED). Las cifras oficiales, tal y como están presentadas tienen inconsistencias, como indicar que alguien ya apareció pero sin dar evidencia de ello. «Es sólo de fe», expresó.
Tamaulipas, estado de México, Guanajuato, Baja California y Coahuila son las cinco entidades donde más desaparecidos había de 2006 a 2014. En la primera se registraron mil 914, de los cuales mil 305 eran hombres. En el Edomex había 562, ahí la mayoría son mujeres: 396.
En cuanto a los municipios, Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, en Tamaulipas, ocupan los primeros tres lugares. Le siguen Tijuana, en Baja California, y Ciudad Victoria, de nuevo en Tamaulipas.
De 2 mil 506 adolescentes de entre 15 y 17 años desaparecidos, 65 por ciento son mujeres. Los crímenes en ese grupo de edad podrían estar vinculados al crimen organizado y, en particular, se sospecha que las jovencitas serían utilizadas con fines de explotación sexual, sostuvo el director de Redim.
La situación cambia para los desaparecidos de entre 0 y cuatro años de edad, pues la mayoría son varones. La mayoría se esos niños «coincide con las peticiones de familias adoptantes en Estados Unidos «hombres, pequeños y de tez blanca», apuntó.
La gravedad de ese panorama se incrementa al observar que «no hay nada que garantice que los estén buscando», las únicas constantes en estos casos son la impunidad y la corrupción, añadió. Así que la próxima semana mostrarán estos datos ante el 157 periodo de sesiones de la CIDH para pedir el respaldo internacional.