Implementamos modelo donde la inversión pública sea capital semilla y se complemente con inversión privada, nacional y extranjera
- El mejor instrumento para llegar a acuerdos es el diálogo, los equilibrios y la conciliación
Los grandes proyectos de infraestructura que desarrollará el Gobierno de México serán posibles gracias a la conjunción de capital público, privado y social. El horizonte común será terminar con la corrupción y la pobreza con el manejo responsable de la economía, hecho que redundará en una meta de crecimiento del 4 por ciento.
En el marco de la XXXVI Asamblea Anual ordinaria del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó protesta a Carlos Salazar Lomelín como presidente del CCE para el periodo 2019-2020.
El mandatario reconoció la disposición del presidente saliente, Juan Pablo Castañón Castañón, porque durante su gestión “nos tocó llegar al acuerdo de que aumentara el salario mínimo en un porcentaje nunca visto de los años 80 a la fecha. Lo destacable fue que la propuesta tuvo todo el apoyo del sector empresarial”.
Acerca de ello, el presidente subrayó que para el gobierno federal será prioritario “no afectar la economía de las empresas, porque es afectar la economía del país”, por lo que es necesario tener presente que el aumento al salario mínimo traerá beneficios graduales en un marco de responsabilidad en las decisiones económicas.
Coincidió con Carlos Salazar en cuanto a que “el mejor instrumento para llegar a los acuerdos es el dialogo, los equilibrios, la búsqueda de la conciliación”.
No es posible el crecimiento sin la participación del sector privado
El presidente recordó que “no puede lograrse una tasa de crecimiento económico del cuatro por ciento anual en promedio, si no se cuenta con la participación del sector privado, nacional y extranjero”.
Por ello, planteó que la estrategia económica de la nueva administración parte de la integración alineada de factores clave:
“El modelo que queremos impulsar, que estamos diseñando y que ya se está poniendo en práctica, es que la inversión pública sea básicamente capital semilla y que se complemente, se mezcle, con la inversión privada nacional y extranjera.”
Dijo que tal modelo probó su efectividad durante su mandato como jefe de gobierno de la Ciudad de México, donde fue posible la rehabilitación del Centro Histórico, la avenida Paseo de la Reforma o la construcción de puentes en el área de Santa Fe, entre otras obras. “Eso es lo que queremos que se aplique en este sexenio para reactivar la economía”.
Al dirigirse a las y los representantes el sector empresarial, el mandatario extendió la invitación a participar en los grandes proyectos de infraestructura que se planean para el bienestar de los mexicanos, como el Tren Maya, el desarrollo del Istmo de Tehuantepec o la instalación de 50 mil kilómetros de fibra óptica para dotar de internet al 75 por ciento del territorio que no cuenta con el servicio.
Por último, el mandatario afianzó los compromisos adquiridos de manera conjunta entre el Gobierno de México y el nuevo presidente del CCE:
“Le tomo la palabra en sus dos propuestas, y agrego una. Él plantea que hagamos el compromiso primero de que haya inversión para crecer al cuatro por ciento. De acuerdo, trato hecho. “Dos. Dice Carlos: ‘Hacer el compromiso para acabar con la pobreza en el sexenio’. Trato hecho.
“Y como sé que va a coincidir conmigo, le hago una propuesta, porque no puede ser que él haga dos y yo no haga ninguna. Una sola propuesta para Carlos y para todos: que hagamos el compromiso de acabar con la corrupción.”